miércoles, 29 de diciembre de 2010

Julio Cortázar


HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Bertolt Brecht

Canción de una amada

1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje, y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más barato, y camino desnudo al viento.

2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.

3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.

4. Ella vio que yo era malo, y me amó.

5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino, y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo: esto es todo. Y fue mi cuerpo.

6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.

7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara, pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante el viento.


(Versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens.)

jueves, 16 de diciembre de 2010

Roland Barthes

Fragmentos de un discurso amoroso

"El lenguaje es una piel. Yo froto mi lenguaje contra el otro. Mi lenguaje tiembla de deseo. La emoción proviene de un doble contacto: por una parte, toda una actividad discursiva viene a realzar discretamente, indirectamente, un significado único, que es "yo te deseo", y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace estallar (el lenguaje goza tocándose a sí mismo); por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo mimo, converso acerca de estos mimos, me desvivo por hacer durar el comentario al que someto la relación."

Baruch Spinoza

Lo bueno será aquello que le conviene al cuerpo, lo malo, por el contrario, aquello que lo debilita. Lo bueno es libre y razonable, lo malo es esclavo y débil. Lo bueno son las relaciones de cuerpos que aumentan las potencias, lo malo son las relaciones de cuerpos que generan la impotencia. La buena persona será aquella que aumenta las potencias, la mala, aquella que las debilita.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Oscar Wilde

Mi voz

En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.

Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.


Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd, el encanto sutildel violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.



Versión de E. Caracciolo Trejo
Edición de Libros Río Nuevo 2001

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pedro Salinas

Si me llamaras, si...

¡Si me llamaras, si,
si me llamaras!

Lo dejaría todo, todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!

Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!
-será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.

Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."

Federico García Lorca

Tengo miedo a perder
la maravilla de tus ojos de estatua
y el acento que de noche
me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser
en esta orilla tronco sin ramas,
y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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