martes, 25 de diciembre de 2012

Jairo




Carpintería José




Paul Éluard

Libertad


Sobre mis cuadernos de colegial
Sobre el pupitre y los árboles
Sobre la arena, sobre la nieve
Escribo tu nombre

Sobre todas las páginas leídas
Sobre todas las páginas en blanco
Piedra, sangre, papel o ceniza
Escribo tu nombre

Sobre las imágenes doradas
Sobre las armas de los belicosos
Sobre la corona de reyes
Escribo tu nombre

Sobre la selva y el desierto
Sobre los nidos, sobre las retamas
Sobre el eco de mi infancia
Escribo tu nombre

Sobre las maravillas de las noches
Sobre el pan blanco de los días
Sobre las temporadas desposadas
Escribo tu nombre

Sobre todos mis trapos de azul
Sobre el estanque sol enmohecido
Sobre el lago luna viva
Escribo tu nombre

Sobre los campos sobre el horizonte
Sobre las alas de los pájaros
Y sobre el molino de las sombras
Escribo tu nombre

Sobre cada soplo de aurora
Sobre el mar en los barcos
Sobre la montaña lunática
Escribo tu nombre

Sobre la espuma de las nubes
Sobre los sudores de la tormenta
Sobre la lluvia gruesa e insípida
Escribo tu nombre

Sobre las formas que centellean
Sobre las campanas de los colores
Sobre la verdad física
Escribo tu nombre

Sobre las sendas despertadas
Sobre las carreteras desplegadas
Sobre los lugares que desbordan
Escribo tu nombre

Sobre la lámpara que se enciende
Sobre la lámpara que se apaga
Sobre mis casas reunidas
Escribo tu nombre

Sobre el fruto cortado en dos
Espejo y mi habitación
Sobre mi cama vacía
Escribo tu nombre

Sobre mi perro codicioso y tierno
Sobre sus orejas elaboradas
Sobre su pierna torpe
Escribo tu nombre

Sobre el trampolín de mi puerta
Sobre los objetos familiares
Sobre el mar del fuego bendito
Escribo tu nombre

Sobre toda carne concedida
Sobre la frente de mis amigos
Sobre cada mano que se tiende
Escribo tu nombre

Sobre el cristal de las sorpresas
Sobre los labios atentos
Bien sobre el silencio
Escribo tu nombre

Sobre mis refugios destruidos
Sobre mis faros aplastados
Sobre las paredes de mi problema
Escribo tu nombre

Sobre la ausencia sin deseos
Sobre la soledad desnuda
Sobre las marchas de la muerte
Escribo tu nombre

Sobre la salud vuelta de nuevo
Sobre el riesgo desaparecido
Sobre la esperanza sin recuerdos
Escribo tu nombre

Y por el poder de una palabra
Reinicio mi vida
Nací para conocerte
Para nombrarte

Libertad






jueves, 13 de diciembre de 2012

Gilda Manso



''Yo, mujer adulta de Argentina o de cualquier parte del mundo, tengo derecho a que se cumplan mis derechos de índole urgente y necesarios para vivir.
Tengo derecho, también, a tener derechos triviales. Entre otras cosas, tengo derecho a ser hermosa. A no serlo. A tener un trabajo fabuloso y ganar un sueldo fabuloso. A ser madre. A no ser madre. A ser promiscua. A no ser promiscua. A casarme. A no casarme. A salir con un hombre veinte años mayor. A salir con un hombre veinte años menor. A ser vedette. A ser científica. A que me guste el fútbol. A jugar al fútbol. A que no me guste el fútbol. A que me guste cocinar. A que no me guste cocinar. A ser gorda. A no ser gorda. A tener tetas grandes. A no tener tetas grandes. A que mis hijos lleven mi apellido. A actuar según lo que se espera de la femineidad. A no actuar según lo que se espera de la femineidad. A no aceptar justificaciones para una infidelidad. A aceptarlas. A que me duelan los ovarios. A estar triste o de mal humor sin tener que soportar que culpen a mi dolor de ovarios. Tengo derecho a que el mundo entero, sin excepción, respete mi alma, mi mente, mi cuerpo, mi vida, mi elección de vida, el curso natural de mi vida.''

 

[ fotografía de Juliette Binoche (c) Playboy ]


Klaus Kinski


Muchas personas toman sedantes para el alma, para que esté callada, y sobre todo para que no duela. Esas personas quisieran cortar de raíz cualquier movimiento del alma que pueda rozar con la emoción. En los manicomios, lo primero y más importante que se hace cada día es darles a los internos la píldora tranquilizante. ¡Hay que taparle la boca al alma! Los tranquilizantes están más que probados, y son tan seguros como las píldoras anticonceptivas. Por las noches, la gente tapa con una funda a los pájaros enjaulados, ¡para que pasen una noche tranquila!


Y otra cosa: el miedo que tienen los humanos a toda clase de dolores físicos. Hay analgésicos para todo. Para el parto sin dolor. Para evitar dolores a las personas de sueño inquieto. Para una muerte sin dolor, dulce. ¿Por qué no un producto para reír sin dolor, para que no duela la boca del estómago? ¿O para una alegría indolora? ¿O una tristeza indolora? ¡Llorar sin dolor, sin que la sal de las lágrimas escueza los ojos! ¡¿Acaso existen terremotos tranquilos o huracanes inofensivos?! La pérfida sociedad humana inculca a sus miembros la idea de que, ante todo, lo más importante es tranquilizarse. ¿Por qué? ¿Se puede estar tranquilo mientras se coge? ¿Existe acaso algún producto para la desfloración sin dolor? ¿Para la penetración indolora del miembro masculino? ¿Para el coger indoloro? La vida no es indolora ni tranquilizante. ¡La vida está llena de emoción, pasión y dolor! ¿Qué tiene eso de malo? ¡La risa, las lágrimas, los gritos de rabia, lo gritos de dolor, los gritos de alegría son expresión del cuerpo y el alma! Al reprimirlos, no sólo se exorciza a los demonios, sino también a los ángeles. Los terremotos y las tempestades dejan tras de sí tierras resquebrajadas y mares encrespados. ¡No se puede tirar a la basura, como si nada, el cielo y el infierno!



*Fragmento de “Yo necesito amor”.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Jacques Prévert


Para ti, mi amor


Fui al mercado de pájaros
y compré pájaros
Para ti
mi amor.

Fui al mercado de flores
y compré flores
Para ti
mi amor.

Fui al mercado de chatarra
y compré cadenas
Pesadas cadenas
Para ti
mi amor.

Después fui al mercado de esclavos
Y te busqué
Pero no te encontré
mi amor.





sábado, 8 de diciembre de 2012

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Susana Thénon


No

Me niego a ser poseída
por palabras, por jaulas,
por geometrías abyectas.
Me niego a ser
encasillada,
rota,
absorbida.
Sólo yo sé cómo destruirme,
cómo golpear mi cabeza
contra la cabeza del cielo,
cómo cortar mis manos y sentirlas de noche
creciéndome hacia adentro.
Me niego a recibir esta muerte,
este dolor,
estos planes tramados, inconmovibles.
Sólo yo conozco el dolor
que lleva mi nombre
y sólo yo conozco la casa de mi muerte.




lunes, 3 de diciembre de 2012

Juan Gelman


La rueda




El arco o puente que va

de tu mano a la mía cuando

no se tocan, abre

una flor intermedia.

¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca

ese vacío de las manos

solas en su fatiga?

Nace una flor, sí,

se agosta en mayo como una

equivocación de la lengua

que se equivoca , sí.

¿Por qué este horror?

En la página de nosotros mismos

tu cuerpo escribe.







martes, 27 de noviembre de 2012

Santiago Sylvester



La cuestión es entender la intención

de las palabras que usamos empecinadamente:
las que grita el diarero,
las que el lechero murmura entre los vapores
del amanecer,
las que giran obsesivamente en la cabeza del loco,
las que el cartero lleva sin saberlo en su bolsa.

Son pocas las palabras que sostienen la realidad
y que podrían destruirla con su sola ausencia;
son las que usamos para explicar nuestra porción del mundo,
las palabras de nuestra convicción,
de nuestra íntima apuesta.

La cuestión es entender la intención de las palabras,
esa armonía sin énfasis que se parece al destino.



domingo, 25 de noviembre de 2012

Alejandro Dolina



El hombre que pedía demasiado



Satanás: ¿Qué pides a cambio de tu alma?

Hombre: Exijo riquezas, posesiones, honores, distinciones... Y también juventud, poder, fuerza, salud... Exijo sabiduría, genio, prudencia... Y también... renombre, fama, gloria y buena suerte... Y amores, placeres, sensaciones...  ¿Me darás todo eso?

Satanás: No te daré nada.

Hombre: Entonces no tendrás mi alma.

Satanás: Tu alma ya es mía. (Desaparece).



(Alejandro Dolina, ''Crónicas del Angel Gris''.)  


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Maury Perceval



[fotografía de Maury Perceval: "Mujer durmiendo"]





"Te busco bajo mi almohada y no te veo,
hallo una lágrima que dejé ayer..."


(VC)





sábado, 17 de noviembre de 2012

André Breton


No ha lugar


Arte de los días arte de las noches
La balanza de las heridas que se llama Perdona
Balanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaro
Cuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacías
Empujan sus carros de vapor sobre los prados
Veo esa balanza sin cesar enloquecida
Veo el ibis de bellos modales
Que regresa del estanque atado a mi corazón
Las ruedas del sueño encantan a los espléndidos carriles
Que se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidos
Y el asombro salta de aquí para allá sobre el mar
Ve mi querida aurora no olvides nada de mi vida
Toma estas rosas que trepan en el pozo de los espejos
Toma los latidos de todas las pestañas
Toma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetas
y de las gotas de agua
Arte de los días arte de las noches
Estoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terror
Fuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen a
intervalos regulares
Semejantes a las lluvias que amaba
Cuando hacía tan buen tiempo
«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayer
Está escrito sobre la portada blanca con letras más pálidas
Pero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristales
Son demasiado hermosas para tener miedo
Aquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebas
Nunca el cielo siempre el silencio
Nunca La libertad sino por la libertad





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Roque Dalton

Alta hora de la noche


Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendrá la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.





jueves, 1 de noviembre de 2012

Diego Frenkel

 
 
Consejos para componer una canción:


Nunca deseches la primera idea que se te ocurra, grabala, guardala, lo que nace espontáneamente puede tener la magia de lo que aún no ha sido atravesado por al aparato de censura que conlleva la razón.

Nunca te quedes solamente con la primera idea que se te ocurra, escarbá, allá en el fondo puede haber más, trangredí tus tendencias compositivas melódicas, armónicas, rítmicas y líricas, probá, hasta en las zonas que considerás que "no te gustan", puede haber algo reprimido allí, puede ser un tesoro.
No dejes de revisar el lunes la idea que eufóricamente compusiste un sábado, no te dejes llevar por la enorme decepción que te va a producir ese lunes, guárdala, soporta el bajón, y espera hasta el miércoles, revísala una vez más, y así por lo menos una vez por semana durante un mes, dale posibilidades de vida, y si no te convence guárdala y revísala tiempo después. No deseches nada hasta último momento.

No tengas miedo de las palabras que parecen no tener sentido, ni del sentido de las palabras que estás escribiendo, no las aplastes con "ideas claras, que se entiendan".

Cuando te veas embotado, salí, caminá, andá en bicicleta, movete, recorré el mundo que está a tu alcance, no te quedes en internet llenando ese espacio aparentemente vacío, puede ser la gestación de una gran idea, si lo llenás con entretenimiento improductivo, podés vaciarlo realmente.

Toda "gran idea" es sólo una "pequeña idea" a la que se la llenó de fe, sabelo. 

No tengas miedo de cantar, no tengas miedo de bailar, no tengas miedo de vivir, aunque a veces duela.



 
 
 

lunes, 29 de octubre de 2012

Luis A. Spinetta


Barro tal vez



 (...) si quiero me toco el alma (...)



Si no canto lo que siento
me voy a morir por dentro
he de gritarle a los vientos hasta reventar
aunque sólo quede tiempo en mi lugar
si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar
ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo
canción barro tal vez.... 
y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar
ya me apuran los momentos
ya mi sien es un lamento
mi cerebro escupe ya el final del historial
del comienzo que tal vez reemprenderá
si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada
he de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar
ya lo estoy queriendo
ya me estoy volviendo canción
barro tal vez... 
y es que esta es mi corteza
donde el hacha golpeará
donde el río secará para callar





martes, 23 de octubre de 2012

Marina Tsvetáieva


A Ranier Maria Rilke


Rainer, quiero encontrarme contigo,
quiero dormir junto a ti, adormecerme y dormir.
Simplemente dormir. Y nada más.
No, algo más: hundir la cabeza en tu hombro izquierdo
y abandonar mi mano sobre tu hombro izquierdo, y nada más.
No, algo más: aún en el sueño más profundo, saber que eres tú.
Y más aún: oír el sonido de tu corazón. Y besarlo.


(Versión de Carlos Álvarez)
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.






Perdóname. No quería.
Es grito de entraña devastada.
Así esperan los condenados
su ejecución al alba,

jugando al ajedrez. Risa
burlona el ojo del vigilante.
Somos los peones de un tablero
y alguien va jugando con nosotros en él.

¿Dioses buenos? ¿Malignos? ¿Quién?
Todo el horizonte es el ojo del vigilante.
Ruido metálico. Pasillo sangriento.
Ya se ha acabado el juego.

Un cigarrillo por última vez.
Y escupir -ah vida, vida.
Escupir. Al borde del tablero,
abierto está el camino -desangrarse-
a la huesa. Te miro de reojo.
Es la luna un ojo secreto que vigila.

-Qué lejos estás ya.







domingo, 21 de octubre de 2012

Pedro Molina


Óyeme que me canso de tantos miramientos.

Yo quiero desnudarte de pretextos inútiles,
erizarte la piel
y quitarte la ropa, arrancártela a besos
y descender con ella por tu vientre y tus muslos
y dejarla caer
como el telón señala, a público y a actores,
el final del teatro.


¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•


Yo la amaba, pero ella amaba a un hombre

que amaba a otra mujer

quien a su vez tampoco era capaz de amarle.

Lejos de separarnos,

la vida nos unía de esta manera

aún más estrechamente:

el amor circulaba entre todos nosotros,

pasaba como un rayo desde un cuerpo a otro cuerpo,

saltaba echando chispas de pasión compartida

de unos labios a otros

sin que llegase a ser de nadie.

¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•¸.•*´¨`*•.¸¸.•*´¨`*•.¸¸.•






sábado, 6 de octubre de 2012

Ryszard Kapuściński


Es allí...


es allí-
dijo una voz
miré a mi alrededor
no veo nada -respondí
creo que quiso decir
escucha la voz que hay en tu interior
no la silencies
con tus propias palabras






De "Leyes naturales" 2oo6 (Poesía completa - Bartleby Editores 2008)
Versión de Abel A. Murcia Soriano



Silvina Ocampo



A veces te contemplo en una rama,
en una forma, a veces horrorosa,
en la noche, en el barro, en cualquier cosa,
mi corazón entero arde en tu llama.

Y sé que el cielo entre tus labios me ama,
que el aire forma tu perfil de diosa
de oro y de piedra, sola y orgullosa,
que nadie existirá si no te llama.

Entre tus manos quedaré indefensa,
no viviré si no es para buscarte
y cruzaré el dolor para adorarte,

pues siempre me darás tu recompensa,
que es mucho más de lo que te he pedido
y casi todo lo que habré querido.






martes, 2 de octubre de 2012

Jean-Luc Godard


''...hay que atravesar el error para llegar a la verdad...''






''Vivir su vida'' (Vivre sa vie) es una película francesa de 1962 dirigida por Jean-Luc Godard. Fue protagonizada por Anna Karina, Saddy Rebot y Guylaine Schlumberger. El guión, escrito por Godard, está basado en el libro ''Où en est la prostitution'' de Marcel Sacotte. Fue galardonada con el Premio especial del jurado y el Premio Passineti en el Festival de Venecia.



domingo, 30 de septiembre de 2012

Ariel Bermani


Un decálogo

1. Leé sólo lo que te gusta. Pero si no tenés ganas, no leas. No hay nada sagrado o intocable. Al contrario. Si algo se presenta así -si estás obligado a que te guste porque a todos les gusta-, deshechalo, no te sirve.


2. Escribí un diario, versos sueltos, frases, cuentos por la mitad, cartas documento, novelas, aforismos, cuentos enteros, ensayos, mails, principios de cuentos, esquemas de novelas, artículos científicos, lo que sea. Escribí siempre: para tomar ritmo, confianza, para ir construyendo tu estilo.

3. Anotá todo lo que se te pase por la cabeza. Lo que te cuenten, lo que imagines. Tratá de armar perfiles con personas que conocés o conociste. De ahí van a salir personajes, seguramente. Pensá que sólo con tus tías vas a tener tanto material que es probable que te comparen con Balzac.

4. Hacete amigo de otra gente que escribe, participá en un taller literario, andá a lecturas, pero que tu vida social no atente contra la intimidad de tu escritura. Si alguien elogia lo que escribís, no te sientas feliz. Al contrario. Mejor que te critiquen, eso te va a ayudar a crecer. No te rodees de gente que te elogie.

5. Cogé. Enamorate. Tené hijos -no más de tres-. Cogé. Casate, divorciate. Volvé a enamorarte. No te cases. Cogé.

6. No le hagas caso a Rilke, que era medio pelotudo.Cuando dijo: "si usted puede vivir sin escribir; no escriba", seguro que lo hizo para impresionar a una mina. No hay que impresionar a nadie. Para qué. No tiene sentido que te angusties cuando no podés escribir. Llegará el momento en que la cosa fluya. Lo importante es que no pierdas el eje: si no escribís, no estás acabado. Pero si escribís no sos Borges. Sos lo que sos, y con eso alcanza.

7. No uses las palabras “rostros”, “allí”, “cabellos”, “encendé” y varias más; los adverbios, en general, tampoco; la mayoría de los adjetivos, menos. La convivencia entre el sustantivo y el adjetivo es riesgosa y puede llegar a arruinarte como escritor. Mejor evitarla. Si es posible, empezá tus textos con verbos. Si es posible, también, trabajá con finales abiertos.

8. Escribí pensando que todo lo que hagas son borradores. El azar dirá si algo de lo que hacés se publica. Pero no pongas tu energía en soñar o proyectar o trabajar en eso.

9. Escribí. Enamorate. Trabajá -cuando no puedas evitarlo-. Cuidá a tu hijos. Conseguite una mascota. Escribí. Viajá. Comprate una bici. Escribí.



(como punto dos -yo, Verónica- agregaría: canciones)






.

Roberto Juarroz



Porque esta noche duermes lejos
y en una cama con demasiado sueño,
yo estoy aquí despierto,
con una mano mía y otra tuya.

Tú seguirás allí
desnuda como tú y yo seguiré aquí
desnudo como yo.

Mi boca es ya muy larga y piensa mucho
y tu cabello es corto y tiene sueño.

Ya no hay tiempo para estar
desnudos como uno
los dos.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Víctor Heredia


Zamba compuesta por Víctor Heredia, 
''Deja un poco de luz al partir'',
interpretada por Guadalupe Fleitas:



Donde el cielo hace cruz, con la estrella del sur
me enseñaste a crecer y a reír.
antes era un cardón sin perfume ni flor
y llegaste y me puse a reír.
No me digas entonces que vas a partir
pues te llevas la vida de mí.

Deja un poco de luz, no me arranques lo azul
de este cielo que hicimos los dos
si a mi lado no estás con tu risa de pan
dulces sueños de mi despertar.
Triste tarde sin sol para mi corazón
has dejado al decir que te vas...
Vuelva a mi guitarra, dulce compañera
su voz de niebla sabrá
que no puede morir este amor que hay en mí
deja un poco de luz si te vas...
Si me amaste y te amé, ya no hay más que decir
tú te vas y yo quedo a morir.

Solitario es el sol de una herida de amor
¿dónde iré con mi espina a llorar?
Si a mi lado no estás con tu risa de pan
dulces sueños de mi despertar
triste tarde sin sol para mi corazón
has dejado al decir que te vas.

No me digas porqué ni me digas con quien
yo prefiero tu adiós nada más
cuánta sombra vendrá, cuánta noche andaré
deja un poco de luz si te vas...

Vuelvo a mi guitarra, dulce compañera
su voz de niebla sabrá
que no puede morir este amor que hay en mí
deja un poco de luz si te vas...
Si me amaste y te amé, ya no hay más que decir
tú te vas y yo quedo a morir...



jueves, 27 de septiembre de 2012

Verónica C.


Silencio

El silencio es una de las formas en que pueden contestarte.
La más dolorosa, la más triste.
Nada te hace sentir más impotente que esperar una palabra y recibir: SILENCIO. Es la mayor de las pruebas de supervivencia. Hablar o escribirle a quien querés y recibir: SILENCIO. Te parte el alma en mil y un pedacitos que ya no podés volver a reunir.
El silencio es helado, no conozco la Antártida pero la imagino cálida al lado del silencio de la espera.
La soledad no es estar solo, la soledad es el SILENCIO. Como decía aquella canción: ''es su palabra que no ha de llegar igual''. El silencio es el grito callado, mudo, sordo, que te causa un estruendo en la mente, el silencio penetra en todo tu ser y cala una grieta en el alma que te deja paralizado y te ubica en el limbo de los sentidos.

El puto silencio es la Muerte.





miércoles, 26 de septiembre de 2012

Penny Hardy




 


escultura de Penny Hardy

titulada:
''You blew me away''

(Me deslumbraste, me arrasaste)

Corresponde a la serie  de obras en las cuales se muestra la respuesta a las emociones fuertes que nos afectan en los momentos clave de nuestra vida, el impacto físico  que ellas tienen en nuestro cuerpo y la influencia externa del ambiente sobre nosotros.

La escultura se exhibe en el National Trust High Cross House en South Devon (UK).







viernes, 14 de septiembre de 2012

Luis A. Spinetta


Bajan


Tengo tiempo para saber
si lo que sueño concluye en algo
no te apures ya más, loco
porque es entonces cuando las horas
bajan... el día es vidrio sin sol
bajan... la noche te oculta la voz
y además vos querés sol
despacio también podés hallar la luna.

Viejo roble del camino
tus hojas siempre se agitan algo
nena, nena que bien te ves
cuando en tus ojos no importa si las horas
bajan... el día se sienta a morir
bajan... la noche se nubla sin fin
y además vos sos el sol
despacio también podés ser la luna.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

E. E. Cummings


Quiero mi cuerpo cuando está con tu cuerpo...


quiero mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo. Es algo tan nuevo.
Los músculos mejor y aún más los nervios.
quiero tu cuerpo. quiero lo que hace,
quiero sus modos. quiero el tacto de su espina
dorsal, sus huesos y la palpitante
-lisura-fiel que he de
otra vez otra y otra
besar, quiero besarte aquí y allí,
quiero, lentamente palpar, rozar el vello
de tu eléctrica piel, y aquel que nace
sobre la hendida carne... Y grandes ojos migas de amor,

y tal vez quiero el estremecimiento
bajo de mí de ti tan nueva

Edward Estlin Cummings


viernes, 31 de agosto de 2012

Gustavo Santaolalla

Ando rodando


por mi camino buscando
Puertas abiertas
señas que me hagan ver

Parques, bares,
camas, trenes y lugares
Cielos, infiernos,
todo me da igual si no sé

Si no sé para qué vivo,
si en el mar se muere el río
De la tierra prometida
sólo me quedan heridas

Pero de ésta
voy a sacar la respuesta
Voy a interrogar a cada ser viviente
a ver si sale quién es el que nos miente







martes, 28 de agosto de 2012

Jim Jarmusch

Carta abierta a John Cassavetes.

Siento algo muy particular cada vez que me dispongo a ver una de sus películas. Un sentimiento de anticipación: la llegada de algo que he esperado con ansiedad, una especie de iluminación cinematográfica. Espero un estallido de inspiración. Quiero ser un iluminado. Necesito que se me revelen las consecuencias secretas del corte de una escena a otra. Necesito entender cómo la crudeza de las posiciones de cámara o el granulado del material inciden en la ecuación emocional de sus films. Quiero aprender de actuación a partir de los personajes, saber sobre la atmósfera y la luz de determinados escenarios. Estoy listo, preparado para absorber “la verdad a veinticuatro cuadros por segundo”.

Pero lo que ocurre es que empieza la película, y la película me mete adentro, y de golpe estoy perdido en la oscuridad, solo, y los seres humanos ahora viven en ese mundo dentro de la pantalla y también ellos parecen perdidos y solos. Los miro. Observo cada detalle de sus movimientos; escucho con atención lo que dicen, los bordes gastados del tono de una voz, la malicia escondida en un fraseo. Ya no pienso en la “actuación”, ni en el “guión”, ni en la “cámara”.

La iluminación que esperaba recibir de usted ha sido reemplazada por otra. Una iluminación que no invita al análisis; sólo a la observación y la intuición. Sus películas, John Cassavetes, son sobre el amor, la confianza y la desconfianza; sobre la soledad, el gozo, la tristeza, el éxtasis y la estupidez. Son sobre la inquietud, la ebriedad, la resistencia y la lujuria; sobre el humor, la terquedad, la falta de comunicación y el miedo. Pero básicamente son sobre el amor, y uno se ve arrastrado a un lugar mucho más profundo que el que puede mostrar cualquier estudio sobre la “forma narrativa”. Lo que sus films iluminan y terminan revelando es que una cosa es el celuloide y otra son la belleza, la extrañeza y la complejidad de la experiencia humana.

John Cassavetes, me saco el sombrero. Y me lo pongo sobre el corazón.  

lunes, 27 de agosto de 2012

Frida Kahlo



..."¿se pueden inventar verbos? quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.


Siento que desde nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de las misma materia, de las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido. Tu ser entero, tu genio y tu humildad prodigiosas son incomparables y enriqueces la vida; dentro de tu mundo extraordinario, lo que yo te ofrezco es solamente una verdad más que tú recibes y que acariciará siempre lo más hondo de ti mismo. Gracias por recibirlo, gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida".



Fragmento de una carta escrita por Frida Kahlo a Carlos Pellicer en noviembre de 1947.



Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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