martes, 27 de noviembre de 2012

Santiago Sylvester



La cuestión es entender la intención

de las palabras que usamos empecinadamente:
las que grita el diarero,
las que el lechero murmura entre los vapores
del amanecer,
las que giran obsesivamente en la cabeza del loco,
las que el cartero lleva sin saberlo en su bolsa.

Son pocas las palabras que sostienen la realidad
y que podrían destruirla con su sola ausencia;
son las que usamos para explicar nuestra porción del mundo,
las palabras de nuestra convicción,
de nuestra íntima apuesta.

La cuestión es entender la intención de las palabras,
esa armonía sin énfasis que se parece al destino.



domingo, 25 de noviembre de 2012

Alejandro Dolina



El hombre que pedía demasiado



Satanás: ¿Qué pides a cambio de tu alma?

Hombre: Exijo riquezas, posesiones, honores, distinciones... Y también juventud, poder, fuerza, salud... Exijo sabiduría, genio, prudencia... Y también... renombre, fama, gloria y buena suerte... Y amores, placeres, sensaciones...  ¿Me darás todo eso?

Satanás: No te daré nada.

Hombre: Entonces no tendrás mi alma.

Satanás: Tu alma ya es mía. (Desaparece).



(Alejandro Dolina, ''Crónicas del Angel Gris''.)  


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Maury Perceval



[fotografía de Maury Perceval: "Mujer durmiendo"]





"Te busco bajo mi almohada y no te veo,
hallo una lágrima que dejé ayer..."


(VC)





sábado, 17 de noviembre de 2012

André Breton


No ha lugar


Arte de los días arte de las noches
La balanza de las heridas que se llama Perdona
Balanza roja y sensible al peso de un vuelo de pájaro
Cuando las amazonas de cuello de nieve con las manos vacías
Empujan sus carros de vapor sobre los prados
Veo esa balanza sin cesar enloquecida
Veo el ibis de bellos modales
Que regresa del estanque atado a mi corazón
Las ruedas del sueño encantan a los espléndidos carriles
Que se elevan altísimos sobre las conchas de sus vestidos
Y el asombro salta de aquí para allá sobre el mar
Ve mi querida aurora no olvides nada de mi vida
Toma estas rosas que trepan en el pozo de los espejos
Toma los latidos de todas las pestañas
Toma hasta los hilos que sostienen los pasos de las marionetas
y de las gotas de agua
Arte de los días arte de las noches
Estoy en la ventana muy lejos de una ciudad llena de terror
Fuera unos hombres con sombrero de copa se persiguen a
intervalos regulares
Semejantes a las lluvias que amaba
Cuando hacía tan buen tiempo
«La ira de Dios» es el nombre de un cabaret al que entré ayer
Está escrito sobre la portada blanca con letras más pálidas
Pero las mujeres-marineros que se deslizan detrás de los cristales
Son demasiado hermosas para tener miedo
Aquí nunca el cuerpo siempre el asesinato sin pruebas
Nunca el cielo siempre el silencio
Nunca La libertad sino por la libertad





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Roque Dalton

Alta hora de la noche


Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre
porque se detendrá la muerte y el reposo.

Tu voz, que es la campana de los cinco sentidos,
sería el tenue faro buscado por mi niebla.

Cuando sepas que he muerto di sílabas extrañas.
Pronuncia flor, abeja, lágrima, pan, tormenta.

No dejes que tus labios hallen mis once letras.
Tengo sueño, he amado, he ganado el silencio.

No pronuncies mi nombre cuando sepas que he muerto
desde la oscura tierra vendría por tu voz.

No pronuncies mi nombre, no pronuncies mi nombre,
Cuando sepas que he muerto no pronuncies mi nombre.





jueves, 1 de noviembre de 2012

Diego Frenkel

 
 
Consejos para componer una canción:


Nunca deseches la primera idea que se te ocurra, grabala, guardala, lo que nace espontáneamente puede tener la magia de lo que aún no ha sido atravesado por al aparato de censura que conlleva la razón.

Nunca te quedes solamente con la primera idea que se te ocurra, escarbá, allá en el fondo puede haber más, trangredí tus tendencias compositivas melódicas, armónicas, rítmicas y líricas, probá, hasta en las zonas que considerás que "no te gustan", puede haber algo reprimido allí, puede ser un tesoro.
No dejes de revisar el lunes la idea que eufóricamente compusiste un sábado, no te dejes llevar por la enorme decepción que te va a producir ese lunes, guárdala, soporta el bajón, y espera hasta el miércoles, revísala una vez más, y así por lo menos una vez por semana durante un mes, dale posibilidades de vida, y si no te convence guárdala y revísala tiempo después. No deseches nada hasta último momento.

No tengas miedo de las palabras que parecen no tener sentido, ni del sentido de las palabras que estás escribiendo, no las aplastes con "ideas claras, que se entiendan".

Cuando te veas embotado, salí, caminá, andá en bicicleta, movete, recorré el mundo que está a tu alcance, no te quedes en internet llenando ese espacio aparentemente vacío, puede ser la gestación de una gran idea, si lo llenás con entretenimiento improductivo, podés vaciarlo realmente.

Toda "gran idea" es sólo una "pequeña idea" a la que se la llenó de fe, sabelo. 

No tengas miedo de cantar, no tengas miedo de bailar, no tengas miedo de vivir, aunque a veces duela.



 
 
 

Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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