viernes, 31 de agosto de 2012

Gustavo Santaolalla

Ando rodando


por mi camino buscando
Puertas abiertas
señas que me hagan ver

Parques, bares,
camas, trenes y lugares
Cielos, infiernos,
todo me da igual si no sé

Si no sé para qué vivo,
si en el mar se muere el río
De la tierra prometida
sólo me quedan heridas

Pero de ésta
voy a sacar la respuesta
Voy a interrogar a cada ser viviente
a ver si sale quién es el que nos miente







martes, 28 de agosto de 2012

Jim Jarmusch

Carta abierta a John Cassavetes.

Siento algo muy particular cada vez que me dispongo a ver una de sus películas. Un sentimiento de anticipación: la llegada de algo que he esperado con ansiedad, una especie de iluminación cinematográfica. Espero un estallido de inspiración. Quiero ser un iluminado. Necesito que se me revelen las consecuencias secretas del corte de una escena a otra. Necesito entender cómo la crudeza de las posiciones de cámara o el granulado del material inciden en la ecuación emocional de sus films. Quiero aprender de actuación a partir de los personajes, saber sobre la atmósfera y la luz de determinados escenarios. Estoy listo, preparado para absorber “la verdad a veinticuatro cuadros por segundo”.

Pero lo que ocurre es que empieza la película, y la película me mete adentro, y de golpe estoy perdido en la oscuridad, solo, y los seres humanos ahora viven en ese mundo dentro de la pantalla y también ellos parecen perdidos y solos. Los miro. Observo cada detalle de sus movimientos; escucho con atención lo que dicen, los bordes gastados del tono de una voz, la malicia escondida en un fraseo. Ya no pienso en la “actuación”, ni en el “guión”, ni en la “cámara”.

La iluminación que esperaba recibir de usted ha sido reemplazada por otra. Una iluminación que no invita al análisis; sólo a la observación y la intuición. Sus películas, John Cassavetes, son sobre el amor, la confianza y la desconfianza; sobre la soledad, el gozo, la tristeza, el éxtasis y la estupidez. Son sobre la inquietud, la ebriedad, la resistencia y la lujuria; sobre el humor, la terquedad, la falta de comunicación y el miedo. Pero básicamente son sobre el amor, y uno se ve arrastrado a un lugar mucho más profundo que el que puede mostrar cualquier estudio sobre la “forma narrativa”. Lo que sus films iluminan y terminan revelando es que una cosa es el celuloide y otra son la belleza, la extrañeza y la complejidad de la experiencia humana.

John Cassavetes, me saco el sombrero. Y me lo pongo sobre el corazón.  

lunes, 27 de agosto de 2012

Frida Kahlo



..."¿se pueden inventar verbos? quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida.


Siento que desde nuestro lugar de origen hemos estado juntos, que somos de las misma materia, de las mismas ondas, que llevamos dentro el mismo sentido. Tu ser entero, tu genio y tu humildad prodigiosas son incomparables y enriqueces la vida; dentro de tu mundo extraordinario, lo que yo te ofrezco es solamente una verdad más que tú recibes y que acariciará siempre lo más hondo de ti mismo. Gracias por recibirlo, gracias porque vives, porque ayer me dejaste tocar tu luz más íntima y porque dijiste con tu voz y tus ojos lo que yo esperaba toda mi vida".



Fragmento de una carta escrita por Frida Kahlo a Carlos Pellicer en noviembre de 1947.



viernes, 24 de agosto de 2012

Federico Cáceres


Qué lindo es salir a la calle los días como éstos...

Más lindo es salir a caminar, a esperar la lluvia con una de esas personas que te aceleran el pulso con su cercanía.

El olor a tierra mojada y el de algunas flores que, confundidos por el calor, se están dejando ver.

¿Acaso no podés imaginar el aroma a madreselva que te estoy contando?

¿No podés sentir la pesada humedad y el alivio de alguna brisa despistada?

Probá de nuevo, sentí el olor a tabaco que sale de mis labios, que gira en la volutas de humo que tanto te hacen reír.

Escuchá el ruido de la calle, de autos y colectivos apurados. Ahora dejá de escucharlo, porque vos y yo tenemos ritmo propio.

¿Ves la gente con paraguas y cara de miedo? Se van a mojar igual que vos y yo. Pero distinto.

Es distinto porque yo sólo te veo a vos, y vos estás en mi burbuja, afuera no hay más nada, o no importa...

Te vas a mojar y yo también, porque dejé tu abrigo en cualquier lado, no quiero que te pese esa ropa que no va a protegerte.

¿Estás ansiosa? Yo también, estamos expectantes por los charcos que impunemente vamos a pisar.

No tenés miedo, me lo dicen tus ojos, perdiste esa desconfianza que heredaste de algún idiota.

La gente me mira, sí. Como si estuviera loco, y vos te paraste en mi vereda para jugar conmigo.

Te recitaré un piropo, un chiste tonto que antes no te hubiese gustado, pero mi simpleza lo hace gracioso y tierno.

Cantás bajito una canción que no conozco mientras hacés equilibrio en el cordón de la vereda, yo te escucho...

Te escucho pero no presto atención a las palabras, estoy prestando atención a la modulación de tu voz, la cadencia de tus labios...

¿Qué mirás con esa cara de tonto? Me decís y me empujás, yo río mientras recupero el equilibrio agarrándote de la mano.

Esa mano que tomé, me incorpora, y levantándola te hago girar, como si estuviésemos bailando...

Y doblamos en la esquina. Preguntás a dónde vamos, para allá. Y tu terquedad vuelve a preguntar, para allá ¿a dónde? No me importa a dónde.

Cae la primera gota que se estrella en la vereda frente a nuestros ojos sedientos. Te sacás un zapato y después el otro...

La vereda, caliente y polvorienta, marca las plantas de tu pies. Pasamos por la puerta de un bar, de esos que llamamos "de borrachos".

Adentro la luz es blanca, los rostros desfigurados en risas y alcohol. Se escucha una cancioncita, es un vals.

No vi que me viste ensayar un pasito al compás del un ta ta que sale de ese lugar al que hoy no entraría.

Seguimos camino y aunque ya no lo oigo ese valsecito sigue sonando en mi cabeza y abstraído intento recordar de dónde lo conozco.

Te volvés hacia mí para empujarme de nuevo, pero en un reflejo te esquivo y te atajo a la voz de oleeee!


Te miro, sonreís, me das un beso inocentón y con las palmas abiertas cumplís tu cometido, tu venganza. Me empujás.
Otras gotas más, suicidas en el asfalto, un relámpago, y tres segundos después el trueno. Sé que son tres, los conté.

Otro trueno más y el cielo se desploma sobre nosotros, que miramos hacia arriba, lo recibimos.

Las hojas vuelan, el viento te despeina y a mí, que estoy rapado, me acaricia la nuca.

Empujado por el viento, en realidad por mis ganas, me acerco a vos hasta dejar mi cuerpo contra el tuyo. Parecés distraída.

Distraída de mí, pero concentrada en las gotas que te empapan las pestañas. Yo ni lento, ni perezoso, lo aprovecho.

Vos tan distraída no estabas, y pícara me rodeás la cintura con los brazos, escurrís mi remera como si fuese un trapo y me abrazás.

Subís los brazos a mi espalda, yo te aprieto con los míos y casi al mismo tiempo decimos: Hola, ¿cómo estás?


FIN      

-Gracias, Fede-

jueves, 23 de agosto de 2012

Luthier

Un luthier, lutier, laudero, lutero o violero es una persona que construye, ajusta o repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada.
Esto incluye a violines, violas, violonchelos, contrabajos y violas da gamba y todo tipo de guitarras (acústica, eléctrica, electroacústica, clásica), bajos, cuatros, laúdes, archilaúdes, tiorbas, mandolinas y clavecines.

En la foto, una luthier en su taller de Cremona (Italia)

Cremona.- En el siglo XVII, la ciudad tomó gran importancia por la proliferación de los luthiers, artesanos que producían, sobre todo, instrumentos de cuerda frotada.
Famosa fue la familia Stradivari, que durante dos generaciones fabricó unos 2000 violines, de los que hoy sólo quedan setecientos.
La familia Guarneri fue también una excelente creadora de violines. Todo se debe a la moda que había en ese momento de construir los violines en pino. La escuela oficial de luthiers está en la plaza Marconi de la ciudad.



Vínculos con la poesía:

''Me gusta tratar las palabras como el artesano trata la madera, la piedra o lo que sea, tallarlas, labrarlas, moldearlas, cepillarlas y pulirlas para convertirlas en diseños (secuencias, esculturas, fugas de sonidos que expresan algún impulso lírico, alguna duda o convicción espiritual, alguna verdad vagamente entrevista que tenga que alcanzar y comprender).''

(del poeta Dylan Thomas en su Manifiesto Poético)











martes, 21 de agosto de 2012

Sam Shepard

A ver si lo entiendo

¿Dices
Que te tortura el no poder escribir
O que
No puedes escribir porque estás torturado?

¿Dices
Que en estos tiempos te han convertido en un escéptico
O que
Estos tiempos confirman tu escepticismo?

Mira, voy a decirte una cosa
Preferiría tener que echarles el lazo a las reses
Que hablar de política contigo
Preferiría caer borracho perdido
Debajo de un camión de remolque

Tu desesperación es más aburrida
Que el Merv Griffin Show


Tu gimoteante lloriqueo
Tus grandes soluciones baratas para la delincuencia

Levanta el culo y ponte a cocinar
Haz con tu tiempo
Lo que quieras
Pero no malgastes el mío



jueves, 16 de agosto de 2012

Jack Kerouac

''Brindemos por los locos, por los inadaptados, por los rebeldes, por los alborotadores, por los que no encajan, por los que ven las cosas de manera diferente. No les gustan las reglas y no respetan lo establecido. Los puedes citar, no estar de acuerdo con ellos, glorificarlos o despreciarlos. Pero lo único que no puedes hacer es ignorarlos. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana. Y mientras algunos los vean como locos, nosotros vemos su genialidad. Porque aquellos que están lo suficientemente locos para pensar que se puede cambiar el mundo, son los que lo hacen.''




Fragmento de "On the road" (En el camino)

lunes, 13 de agosto de 2012

Florencio Escardó





Fue un escritor científico y de creación digno de nota.
En 1984 fue galardonado con el Premio Konex en el rubro “Letras” y declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.
Fue presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) y miembro titular de la Academia Porteña del Lunfardo.




Página en Facebook del Dr. FLORENCIO ESCARDÓ





Nacimiento: en Mendoza el 13 de Agosto de 1904
Muerte: en Buenos Aires el 31 de Agosto de 1992




"La humanidad le debe al niño lo mejor que puede darle"

( Dr. Florencio Enrique Juan Escardó )




jueves, 9 de agosto de 2012

Luis Cernuda



No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.



jueves, 2 de agosto de 2012

Baldomero F. Moreno



LOS AMANTES


Ved en sombras el cuarto, y en el lecho
desnudos, sonrosados, rozagantes,
el nudo vivo de los dos amantes
boca con boca y pecho contra pecho.

Se hace más apretado el nudo estrecho,
bailotean los dedos delirantes,
suspéndese el aliento unos instantes...
y he aquí el nudo sexual deshecho.

Un desorden de sábanas y almohadas,
dos pálidas cabezas despeinadas,
una suelta palabra indiferente,

un poco de hambre, un poco de tristeza,
un infantil deseo de pureza
y un vago olor cualquiera en el ambiente.


Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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