lunes, 9 de marzo de 2015

Pedro Salinas



No rechaces los sueños por ser sueños. 
Todos los sueños pueden 
ser realidad, si el sueño no se acaba. 
La realidad es un sueño. Si soñamos 
que la piedra es la piedra, eso es la piedra. 
Lo que corre en los ríos no es un agua, 
es un soñar, el agua, cristalino. 
La realidad disfraza 
su propio sueño, y dice: 
«Yo soy el sol, los cielos, el amor». 
Pero nunca se va, nunca se pasa, 
si fingimos creer que es más que un sueño. 
Y vivimos soñándola. Soñar 
es el modo que el alma 
tiene para que nunca se le escape 
lo que se escaparía si dejamos 
de soñar que es verdad lo que no existe. 
Sólo muere 
un amor que ha dejado de soñarse 
hecho materia y que se busca en tierra.

Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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