L’ultimo bacio, cerchi riparo fraterno conforto, tendi le braccia allo specchio, ti muovi a stento e con sguardo severo, di quei violini suonati dal vento, l'ultimo bacio brucia sul viso come gocce di limone, l'eroico coraggio di un feroce addio, ma sono lacrime mentre piove piove, mentre piove piove . . .
jueves, 13 de diciembre de 2012
Gilda Manso
''Yo, mujer adulta de Argentina o de cualquier parte del mundo, tengo derecho a que se cumplan mis derechos de índole urgente y necesarios para vivir.
Tengo derecho, también, a tener derechos triviales. Entre otras cosas, tengo derecho a ser hermosa. A no serlo. A tener un trabajo fabuloso y ganar un sueldo fabuloso. A ser madre. A no ser madre. A ser promiscua. A no ser promiscua. A casarme. A no casarme. A salir con un hombre veinte años mayor. A salir con un hombre veinte años menor. A ser vedette. A ser científica. A que me guste el fútbol. A jugar al fútbol. A que no me guste el fútbol. A que me guste cocinar. A que no me guste cocinar. A ser gorda. A no ser gorda. A tener tetas grandes. A no tener tetas grandes. A que mis hijos lleven mi apellido. A actuar según lo que se espera de la femineidad. A no actuar según lo que se espera de la femineidad. A no aceptar justificaciones para una infidelidad. A aceptarlas. A que me duelan los ovarios. A estar triste o de mal humor sin tener que soportar que culpen a mi dolor de ovarios. Tengo derecho a que el mundo entero, sin excepción, respete mi alma, mi mente, mi cuerpo, mi vida, mi elección de vida, el curso natural de mi vida.''
[ fotografía de Juliette Binoche (c) Playboy ]
Florencia Abadi
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