domingo, 30 de septiembre de 2012

Ariel Bermani


Un decálogo

1. Leé sólo lo que te gusta. Pero si no tenés ganas, no leas. No hay nada sagrado o intocable. Al contrario. Si algo se presenta así -si estás obligado a que te guste porque a todos les gusta-, deshechalo, no te sirve.


2. Escribí un diario, versos sueltos, frases, cuentos por la mitad, cartas documento, novelas, aforismos, cuentos enteros, ensayos, mails, principios de cuentos, esquemas de novelas, artículos científicos, lo que sea. Escribí siempre: para tomar ritmo, confianza, para ir construyendo tu estilo.

3. Anotá todo lo que se te pase por la cabeza. Lo que te cuenten, lo que imagines. Tratá de armar perfiles con personas que conocés o conociste. De ahí van a salir personajes, seguramente. Pensá que sólo con tus tías vas a tener tanto material que es probable que te comparen con Balzac.

4. Hacete amigo de otra gente que escribe, participá en un taller literario, andá a lecturas, pero que tu vida social no atente contra la intimidad de tu escritura. Si alguien elogia lo que escribís, no te sientas feliz. Al contrario. Mejor que te critiquen, eso te va a ayudar a crecer. No te rodees de gente que te elogie.

5. Cogé. Enamorate. Tené hijos -no más de tres-. Cogé. Casate, divorciate. Volvé a enamorarte. No te cases. Cogé.

6. No le hagas caso a Rilke, que era medio pelotudo.Cuando dijo: "si usted puede vivir sin escribir; no escriba", seguro que lo hizo para impresionar a una mina. No hay que impresionar a nadie. Para qué. No tiene sentido que te angusties cuando no podés escribir. Llegará el momento en que la cosa fluya. Lo importante es que no pierdas el eje: si no escribís, no estás acabado. Pero si escribís no sos Borges. Sos lo que sos, y con eso alcanza.

7. No uses las palabras “rostros”, “allí”, “cabellos”, “encendé” y varias más; los adverbios, en general, tampoco; la mayoría de los adjetivos, menos. La convivencia entre el sustantivo y el adjetivo es riesgosa y puede llegar a arruinarte como escritor. Mejor evitarla. Si es posible, empezá tus textos con verbos. Si es posible, también, trabajá con finales abiertos.

8. Escribí pensando que todo lo que hagas son borradores. El azar dirá si algo de lo que hacés se publica. Pero no pongas tu energía en soñar o proyectar o trabajar en eso.

9. Escribí. Enamorate. Trabajá -cuando no puedas evitarlo-. Cuidá a tu hijos. Conseguite una mascota. Escribí. Viajá. Comprate una bici. Escribí.



(como punto dos -yo, Verónica- agregaría: canciones)






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Roberto Juarroz



Porque esta noche duermes lejos
y en una cama con demasiado sueño,
yo estoy aquí despierto,
con una mano mía y otra tuya.

Tú seguirás allí
desnuda como tú y yo seguiré aquí
desnudo como yo.

Mi boca es ya muy larga y piensa mucho
y tu cabello es corto y tiene sueño.

Ya no hay tiempo para estar
desnudos como uno
los dos.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Víctor Heredia


Zamba compuesta por Víctor Heredia, 
''Deja un poco de luz al partir'',
interpretada por Guadalupe Fleitas:



Donde el cielo hace cruz, con la estrella del sur
me enseñaste a crecer y a reír.
antes era un cardón sin perfume ni flor
y llegaste y me puse a reír.
No me digas entonces que vas a partir
pues te llevas la vida de mí.

Deja un poco de luz, no me arranques lo azul
de este cielo que hicimos los dos
si a mi lado no estás con tu risa de pan
dulces sueños de mi despertar.
Triste tarde sin sol para mi corazón
has dejado al decir que te vas...
Vuelva a mi guitarra, dulce compañera
su voz de niebla sabrá
que no puede morir este amor que hay en mí
deja un poco de luz si te vas...
Si me amaste y te amé, ya no hay más que decir
tú te vas y yo quedo a morir.

Solitario es el sol de una herida de amor
¿dónde iré con mi espina a llorar?
Si a mi lado no estás con tu risa de pan
dulces sueños de mi despertar
triste tarde sin sol para mi corazón
has dejado al decir que te vas.

No me digas porqué ni me digas con quien
yo prefiero tu adiós nada más
cuánta sombra vendrá, cuánta noche andaré
deja un poco de luz si te vas...

Vuelvo a mi guitarra, dulce compañera
su voz de niebla sabrá
que no puede morir este amor que hay en mí
deja un poco de luz si te vas...
Si me amaste y te amé, ya no hay más que decir
tú te vas y yo quedo a morir...



jueves, 27 de septiembre de 2012

Verónica C.


Silencio

El silencio es una de las formas en que pueden contestarte.
La más dolorosa, la más triste.
Nada te hace sentir más impotente que esperar una palabra y recibir: SILENCIO. Es la mayor de las pruebas de supervivencia. Hablar o escribirle a quien querés y recibir: SILENCIO. Te parte el alma en mil y un pedacitos que ya no podés volver a reunir.
El silencio es helado, no conozco la Antártida pero la imagino cálida al lado del silencio de la espera.
La soledad no es estar solo, la soledad es el SILENCIO. Como decía aquella canción: ''es su palabra que no ha de llegar igual''. El silencio es el grito callado, mudo, sordo, que te causa un estruendo en la mente, el silencio penetra en todo tu ser y cala una grieta en el alma que te deja paralizado y te ubica en el limbo de los sentidos.

El puto silencio es la Muerte.





miércoles, 26 de septiembre de 2012

Penny Hardy




 


escultura de Penny Hardy

titulada:
''You blew me away''

(Me deslumbraste, me arrasaste)

Corresponde a la serie  de obras en las cuales se muestra la respuesta a las emociones fuertes que nos afectan en los momentos clave de nuestra vida, el impacto físico  que ellas tienen en nuestro cuerpo y la influencia externa del ambiente sobre nosotros.

La escultura se exhibe en el National Trust High Cross House en South Devon (UK).







viernes, 14 de septiembre de 2012

Luis A. Spinetta


Bajan


Tengo tiempo para saber
si lo que sueño concluye en algo
no te apures ya más, loco
porque es entonces cuando las horas
bajan... el día es vidrio sin sol
bajan... la noche te oculta la voz
y además vos querés sol
despacio también podés hallar la luna.

Viejo roble del camino
tus hojas siempre se agitan algo
nena, nena que bien te ves
cuando en tus ojos no importa si las horas
bajan... el día se sienta a morir
bajan... la noche se nubla sin fin
y además vos sos el sol
despacio también podés ser la luna.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

E. E. Cummings


Quiero mi cuerpo cuando está con tu cuerpo...


quiero mi cuerpo cuando está con tu
cuerpo. Es algo tan nuevo.
Los músculos mejor y aún más los nervios.
quiero tu cuerpo. quiero lo que hace,
quiero sus modos. quiero el tacto de su espina
dorsal, sus huesos y la palpitante
-lisura-fiel que he de
otra vez otra y otra
besar, quiero besarte aquí y allí,
quiero, lentamente palpar, rozar el vello
de tu eléctrica piel, y aquel que nace
sobre la hendida carne... Y grandes ojos migas de amor,

y tal vez quiero el estremecimiento
bajo de mí de ti tan nueva

Edward Estlin Cummings


Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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