domingo, 7 de julio de 2013

Egon Schiele



Vi el parque: verde–amarillo, verde–azul, verde–rojo,
verde–malva, verde sol y verde–temblor –
y escuché las flores–anaranjadas en floración –
Después, a través de la pared oval del parque
escuché a los niños de pies gráciles,
niños, moteados de azul, rayados de gris,
con mallas rosas.
Los árboles–columnas trazaban justamente líneas hacia
la lejanía,
desplomándose sensualmente en su redondez–largor;
pensé en mis visiones–retratos pintadas
y tuve la impresión
de haber hablado, aunque sólo fuese una vez,
con cada una de ellas.

Poema de "Yo, eterno niño" de Egon Schiele.

Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

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