viernes, 27 de agosto de 2010

Maria Elena Walsh

Ahora

Ahora como un ángel apareces
y me rodeas sin decirme nada.
Ángel que yo cuidara tantas veces
sin saberlo, callada.
En todo lo que miro permaneces

como el aire feliz de la mirada.
Me parezco a tu ausencia y te pareces
a mí resucitada.
Porque viniste cuando me moría

a devolverme a vivas caridades;
porque mi noche muda se hizo día
por gracia de tu voz iluminada,

en esta eternidad con que me invades
yo que no era, soy tu enamorada.

Florencia Abadi

desamor –qué raro sería, le digo, muchas vidas que se vuelvan lúcidas a la vez una lluvia que dé señales más claras– hablar me avergüenza de...

más vistas último mes